La Secretaria de Turismo Saymi Pineda Velasco hoy, con gran entusiasmo y orgullo, vivimos la Octava del Lunes del Cerro, una de las celebraciones más emblemáticas de Oaxaca. Este evento no solo es una fiesta, sino un profundo homenaje a las ricas y milenarias tradiciones de nuestra tierra. En esta ocasión, la alegría de pertenecer a una región tan diversa y culturalmente rica se manifiesta con mayor intensidad, recordándonos la importancia de preservar y celebrar nuestro patrimonio.
La Octava del Lunes del Cerro es una festividad que reúne a oaxaqueños y visitantes de todo el mundo para celebrar la Guelaguetza, una tradición que destaca por su colorido, música y danzas que representan las ocho regiones del estado. Este año, la celebración se ha llenado de un sentimiento especial, reflejando el amor y respeto por nuestras raíces y costumbres.
En medio de esta celebración, es un honor para muchos portar las vestimentas tradicionales de sus regiones de origen. Este acto no solo es un tributo a nuestra herencia cultural, sino también una forma de mantener vivas las tradiciones que han pasado de generación en generación. Con gran respeto y orgullo, hoy porto una de las vestimentas tradicionales de la región Mixteca, la tierra que vio nacer a mi abuela materna. Esta región, conocida por su rica historia y cultura, representa una parte fundamental de la identidad oaxaqueña.
La Mixteca es una de las regiones más significativas de Oaxaca, no solo por su belleza natural, sino también por su vasta riqueza cultural. Sus vestimentas tradicionales, que incluyen huipiles, rebozos y faldas bordadas, son un reflejo del arte y la historia de su gente. Cada prenda cuenta una historia, y al llevarla, rendimos homenaje a nuestros antepasados y celebramos el legado que nos han dejado.
La Octava del Lunes del Cerro es una oportunidad para que las comunidades de Oaxaca se reúnan y compartan sus tradiciones con el mundo. Las danzas y cantos que se presentan en esta festividad son una muestra de la diversidad cultural que existe en nuestro estado. Desde la Costa hasta la Sierra, cada región aporta su propio estilo y sabor a la celebración, haciendo de la Guelaguetza un mosaico vibrante de culturas.
Este año, la celebración ha contado con una gran participación tanto de locales como de turistas nacionales e internacionales. La Rotonda de las Azucenas, lugar emblemático de la Guelaguetza, se ha llenado de vida y color, con asistentes que se deleitan con las presentaciones y disfrutan de la calidez y hospitalidad oaxaqueña. Los bailes tradicionales, acompañados de música de banda y marimba, han sido el corazón de la fiesta, llevando a todos los presentes en un viaje por las tradiciones y costumbres de Oaxaca.
Además de las presentaciones artísticas, la Octava del Lunes del Cerro también es un momento para disfrutar de la gastronomía oaxaqueña. Los puestos de comida en las inmediaciones ofrecen una variedad de platillos típicos, como tlayudas, mole, chapulines y mezcal, permitiendo a los visitantes degustar los sabores únicos de nuestra tierra. La gastronomía, al igual que la vestimenta y la danza, es una parte integral de nuestra identidad cultural.
La celebración de la Octava del Lunes del Cerro no solo es una fiesta, sino también un recordatorio de la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones. En un mundo en constante cambio, es fundamental preservar nuestras raíces y transmitirlas a las nuevas generaciones. Las festividades como la Guelaguetza nos unen como comunidad y nos recuerdan el valor de nuestra herencia cultural.
En este contexto, es vital reconocer el esfuerzo de todos aquellos que hacen posible esta celebración. Desde los danzantes y músicos hasta los artesanos y cocineros, cada uno contribuye a que la Guelaguetza sea una experiencia inolvidable. Su dedicación y pasión por nuestras tradiciones son una fuente de inspiración para todos.
Al finalizar la jornada, el sentimiento que prevalece es de gratitud y orgullo. Gratitud por tener la oportunidad de vivir y celebrar nuestras tradiciones, y orgullo por pertenecer a una tierra tan rica en cultura y historia. La Octava del Lunes del Cerro es una manifestación de nuestro amor por Oaxaca y un compromiso de seguir preservando y celebrando nuestras raíces.
¡Viva Oaxaca y nuestro legado! Que esta celebración sea un recordatorio de la belleza y riqueza de nuestras tradiciones y que continúe inspirando a futuras generaciones a mantener vivo nuestro patrimonio cultural. La Guelaguetza, con su esplendor y diversidad, es una muestra de que nuestras tradiciones siguen siendo un pilar fundamental de nuestra identidad y un motivo de orgullo para todos los oaxaqueños.