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Oaxaca, México. En un despliegue de fe, color y tradición, este día se llevó a cabo la calenda dedicada a la Santa Muerte, también conocida como "la Niña Blanca", una figura de profundo arraigo entre quienes le rinden culto en Oaxaca y en muchas otras partes de México. Encabezada por Braulio, un ferviente devoto y líder de esta devoción, la calenda atrajo a seguidores y curiosos que se unieron en el recorrido, compartiendo momentos de espiritualidad y agradecimiento en honor a esta figura religiosa.
La Santa Muerte, venerada como protectora y guía por miles de personas, ha ganado visibilidad en las tradiciones oaxaqueñas y en el imaginario popular de todo el país. Desde hace años, Braulio ha sido un impulsor clave de esta tradición, organizando esta calenda como una manera de mostrar gratitud, respeto y reverencia hacia la Niña Blanca. Con una dedicación inquebrantable, Braulio saca cada año la imagen de la Santa Muerte en procesión, invitando a quienes la veneran a participar en este acto de fe, que para muchos significa un momento de introspección y conexión espiritual.
La Calenda: Un Recorrido de Fe y Comunidad
La calenda comenzó con una misa matutina, donde Braulio y los devotos se reunieron para recibir la bendición y pedir protección a la Niña Blanca. La imagen, engalanada con flores y velas, fue llevada en un recorrido solemne por las calles de Oaxaca, acompañada de música de banda, danzas tradicionales y cánticos. El ambiente fue de respeto y solemnidad, aunque también de alegría, pues la procesión es vista como un momento para convivir y compartir con amigos y familiares.
Las calles se llenaron de devotos que, con velas en mano y atuendos en tonos blanco y negro, se unieron a la marcha en señal de respeto y fidelidad. Braulio encabezó la procesión, llevando consigo la imagen de la Santa Muerte y, al paso, dirigió palabras de agradecimiento, pidiendo paz, salud y protección para quienes enfrentan dificultades y buscan refugio en la figura de la Niña Blanca.
“Es un honor poder organizar esta calenda cada año y ver que tantas personas la siguen con respeto y devoción. Esto demuestra que la Niña Blanca está presente en nuestras vidas y que muchos encuentran en ella consuelo y esperanza”, comentó Braulio durante la procesión. Para él, el fervor hacia la Santa Muerte es una manera de mantener viva una tradición que, pese a sus detractores, ha ganado cada vez más seguidores en la región y en todo México.
El Baile en Galaean: Una Noche de Celebración y Unión
Después de la calenda, el festejo continuó con un baile en Galaean, un salón de eventos que se vistió de gala para recibir a los devotos y simpatizantes de la Niña Blanca. La música y el ambiente festivo fueron el marco perfecto para que los asistentes pudieran convivir, compartir experiencias y, sobre todo, celebrar juntos su devoción. La fiesta en Galaean fue el complemento ideal para un día que había comenzado con la solemnidad de la calenda y culminó en una noche de alegría y hermandad.
Durante el baile, se presentaron bandas locales y grupos musicales que deleitaron a los asistentes con una variedad de ritmos, desde sones oaxaqueños hasta cumbias y baladas, que animaron a los presentes a bailar y disfrutar de una noche inolvidable. Las paredes del salón estaban adornadas con imágenes de la Santa Muerte y decoraciones temáticas que rendían homenaje a la figura de la Niña Blanca, reforzando el vínculo entre la tradición y la celebración.
“Para nosotros, la Santa Muerte es una figura que nos acompaña en el día a día, y hoy estamos aquí para celebrar su presencia en nuestras vidas”, mencionó uno de los asistentes al baile. La festividad fue también un momento de unidad entre la comunidad, quienes ven en la Santa Muerte no solo un símbolo de protección, sino también un reflejo de sus propias creencias y de su identidad cultural.
La Devoción a la Santa Muerte: Entre el Misticismo y la Cultura Popular
La devoción a la Santa Muerte es un fenómeno que ha ganado terreno en México en las últimas décadas, particularmente en Oaxaca, donde se ha establecido como una manifestación cultural y religiosa importante. Considerada por sus seguidores como una santa que no discrimina y que escucha las plegarias de todos, sin importar sus condiciones o circunstancias, la Niña Blanca se ha convertido en un símbolo de inclusión y de esperanza para quienes se sienten desamparados por las figuras religiosas tradicionales.
Para Braulio y muchos otros devotos, esta celebración es una forma de rendir homenaje a una figura que consideran protectora y guía. Aunque la veneración a la Santa Muerte no está exenta de controversias y aún enfrenta resistencias, su popularidad sigue creciendo, y su culto se ha vuelto un reflejo de la diversidad de creencias y manifestaciones religiosas presentes en el país.
Una Tradición que Crece Año con Año
El éxito de la calenda y el baile organizados por Braulio reflejan el auge de esta devoción en Oaxaca y la fortaleza de una tradición que, a pesar de los prejuicios, sigue ganando seguidores. Para la comunidad, esta es una celebración donde se entremezclan la espiritualidad y la cultura popular, y que permite a los devotos reafirmar su fe en la Niña Blanca.
Así, la calenda de la Santa Muerte es mucho más que una simple procesión: es un espacio de expresión para quienes encuentran en esta figura un refugio, un símbolo de resistencia y un recordatorio de la identidad cultural oaxaqueña.