Oaxaca de Juárez, Oaxaca. Nuevas acusaciones han surgido contra el comandante de la Policía Vial Estatal, conocido como "Don Toribio", quien presuntamente continúa acumulando propiedades y bienes como resultado de prácticas cuestionables dentro de la corporación. Estas denuncias apuntan a un supuesto enriquecimiento ilícito derivado de ingresos obtenidos a través de infracciones, venta de plazas, cobro por espacios de confianza, operativos de alcoholímetro y servicios de grúas.
Según fuentes cercanas al caso, "Don Toribio" habría adquirido recientemente una nueva propiedad, la cual se suma a una lista creciente de bienes inmuebles bajo su nombre, presuntamente obtenidos gracias a las prácticas señaladas.
Entre las acusaciones, se menciona que:
Las infracciones de tránsito representan una fuente constante de ingresos adicionales.
Se venden plazas dentro de la corporación y se cobran cuotas por ocupar espacios de confianza.
Los operativos de alcoholímetro, que deberían estar enfocados en la seguridad vial, son utilizados como un medio para generar recursos extra.
El servicio de grúas y arrastres se gestiona como un negocio particular, priorizando el lucro sobre el servicio público.
Estas prácticas han generado molestia entre la ciudadanía y algunos elementos de la misma corporación, quienes consideran que estas acciones afectan la transparencia y la confianza en la Policía Vial Estatal.
A pesar de las reiteradas denuncias públicas, hasta el momento no se han realizado investigaciones oficiales ni se ha emitido un pronunciamiento por parte de las autoridades competentes.
La falta de control sobre estas actividades ha permitido que casos como este pasen desapercibidos, generando un clima de impunidad que pone en entredicho el compromiso de las instituciones con la justicia y la rendición de cuentas.
La sociedad exige respuestas claras y contundentes ante estas denuncias, así como una investigación que permita esclarecer el origen de los recursos con los que el comandante habría financiado sus adquisiciones. Es indispensable que las autoridades estatales y de control interno actúen de manera inmediata para garantizar que la Policía Vial Estatal opere bajo principios de legalidad, ética y profesionalismo.
El caso de "Don Toribio" refleja un problema estructural que requiere atención urgente para evitar que la corrupción continúe debilitando las instituciones encargadas de velar por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.