Oaxaca, Oax. – La Secretaría del Tequio y Bienestar, encabezada por Vilma Cortés, ha sido señalada por su falta de proyectos concretos para el desarrollo de Oaxaca, limitándose a una estrategia basada en presencia mediática y eventos simbólicos. A pesar de su participación en diversos tequios –jornadas comunitarias de trabajo–, no se han visto avances significativos en infraestructura, programas de apoyo o mejoras en el bienestar de la población.
Las críticas no solo recaen sobre esta secretaría, sino también en el Congreso local, donde los legisladores continúan con una dinámica similar, centrada en la difusión de imágenes y publicaciones en redes sociales, pero sin presentar propuestas legislativas de impacto real.
Tequios sin resultados: ¿simulación o estrategia?
El tequio es una práctica comunitaria con profundas raíces en la cultura oaxaqueña, basada en la cooperación y el trabajo colectivo para el bienestar común. Sin embargo, su implementación por parte de la Secretaría del Tequio y Bienestar ha sido percibida más como un espectáculo político que como una estrategia efectiva para el desarrollo.
Fotografías de funcionarios en eventos comunitarios, discursos sobre la importancia del trabajo conjunto y publicaciones en redes sociales han sido la constante en esta administración. Sin embargo, la falta de resultados concretos en términos de infraestructura, desarrollo social y bienestar comunitario genera un creciente descontento.
"Los tequios deberían ser una herramienta de transformación, no una estrategia publicitaria. La gente necesita resultados, no solo fotos", expresan ciudadanos que han participado en estas jornadas sin notar mejoras reales en sus comunidades.
Un Congreso sin propuestas claras
El Congreso local no se queda atrás en esta dinámica. A pesar de contar con legisladores que deberían estar impulsando leyes y reformas para mejorar la calidad de vida en Oaxaca, el trabajo legislativo parece estar más enfocado en el espectáculo que en la gestión real de proyectos.
Las sesiones y reuniones legislativas se convierten en escenarios para la fotografía, pero sin avances en propuestas que atiendan las necesidades urgentes del estado. Problemas como la inseguridad, el acceso a servicios básicos, la falta de inversión en infraestructura y el desarrollo económico siguen sin ser abordados con seriedad por quienes tienen el poder de legislar.
Conclusión: ¿cuándo se verá un verdadero cambio?
El uso del tequio como herramienta política sin un verdadero impacto en el desarrollo de Oaxaca es una muestra de cómo algunas dependencias y legisladores prefieren centrarse en la percepción pública en lugar de resultados reales. La ciudadanía cada vez es más crítica ante estas estrategias de "pan y circo", exigiendo un verdadero compromiso con el bienestar y progreso del estado.
Mientras el Gobierno Estatal y el Congreso continúen con esta dinámica de simulación, Oaxaca seguirá enfrentando los mismos retos sin soluciones a la vista. ¿Cuándo llegará el momento de pasar de la fotografía a la acción?
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