Oaxaca de Juárez, Oax.-
Con el sonido vibrante de la jarana, el arpa y el requinto, un pedacito de la Cuenca del Papaloapan llegó este fin de semana al corazón de la capital oaxaqueña. Desde Loma Bonita, tierra conocida como “La Capital Piñera”, músicos tradicionales arribaron al Zócalo de Oaxaca para compartir los sones que dan identidad a su región.
El evento, que reunió a decenas de asistentes, turistas y oaxaqueños, se convirtió en una auténtica fiesta popular donde la tradición, la música y el orgullo regional se hicieron presentes. Bajo el resguardo de los antiguos laureles y con la Catedral como testigo, los músicos lomabonitenses ofrecieron un recital lleno de energía y sentimiento.
Los sones jarochos y cuenqueños interpretados arrancaron aplausos y ovaciones de un público entusiasta. Temas como “La Guacamaya”, “El Balajú” y “El Colás” resonaron en el espacio público, invitando a propios y extraños a dejarse llevar por los ritmos cadenciosos y las letras llenas de colorido y tradición.
La agrupación, integrada por jóvenes y adultos comprometidos con la preservación de su cultura, destacó la importancia de mantener vivas las raíces a través de la música. “Venir desde Loma Bonita hasta el Zócalo de Oaxaca no sólo es un honor, es también un acto de amor por nuestra tierra y nuestras tradiciones. Queremos que todo el estado recuerde que la Cuenca también tiene voz y alma musical”, expresó uno de los músicos durante una breve pausa.
El ambiente fue de fiesta: las notas del arpa se entrelazaban con los acordes de la jarana mientras que las parejas improvisaban pasos de zapateado sobre las losas del Zócalo. Algunos visitantes extranjeros, sorprendidos y encantados, se unieron al festejo, capturando fotografías y videos del emotivo espectáculo.
La actividad formó parte de una serie de presentaciones culturales impulsadas para fortalecer los lazos entre las distintas regiones de Oaxaca, en un esfuerzo por reconocer y celebrar la diversidad que caracteriza al estado. La participación de Loma Bonita fue especialmente significativa, al ser uno de los municipios que preservan la herencia musical de la Cuenca del Papaloapan, una región rica en tradiciones que hermanan a Oaxaca y Veracruz.
Además de la música, los visitantes pudieron apreciar una pequeña muestra artesanal con productos típicos como sombreros de palma, tejidos y dulces de piña, fruto emblemático de Loma Bonita. La comunidad artística aprovechó la ocasión para invitar al público a visitar su tierra y conocer más de cerca su riqueza cultural y natural.
Al concluir su participación, los músicos recibieron el reconocimiento del público, que de pie, les aplaudió largamente. “Estos son los momentos que nos recuerdan lo grande que es Oaxaca, y lo mucho que tenemos que cuidar nuestras tradiciones”, comentó una de las espectadoras.
Así, entre música, alegría y un profundo sentido de pertenencia, Loma Bonita dejó su huella en el Zócalo de Oaxaca, recordándole a todos que las tradiciones viven en cada nota, en cada voz, y en cada paso de zapateado que hace vibrar la tierra oaxaqueña.