En una reciente conferencia de prensa, la Secretaría de Cultura de Oaxaca anunció una inversión de 130 millones de pesos destinada a la remodelación y acondicionamiento de museos y bibliotecas, así como a la creación de un nuevo espacio cultural: el Museo de Arte Ritual en Culturas Originarias, que exhibirá una colección de máscaras donadas por el antropólogo René Bustamante.
Este recurso será administrado por Flavio Sosa Villavicencio, actual titular de la dependencia cultural y figura controvertida en la política oaxaqueña, cuya trayectoria ha estado marcada por acusaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito.
¿En qué se utilizará el presupuesto?
De acuerdo con el anuncio, el dinero será destinado a intervenir espacios ya existentes mediante trabajos de impermeabilización, pintura y limpieza de ductos de ventilación. Sin embargo, no se contempla la construcción de nuevos recintos culturales.
Entre los espacios que serán intervenidos se encuentran:
Polémica en la administración de los recursos
El anuncio ha generado críticas debido al historial de Flavio Sosa, quien adquirió notoriedad durante los conflictos sociales de 2006 en Oaxaca. En ese entonces, Sosa fue señalado por presuntos actos de chantaje a empresas privadas, como la línea de autobuses ADO, y al gobierno estatal.
Su nombramiento como titular de la Secretaría de Cultura fue cuestionado desde un inicio, y esta nueva asignación presupuestal ha encendido las alarmas entre diversos sectores de la sociedad oaxaqueña.
Un proyecto cultural necesario, pero bajo la lupa
La creación del Museo de Arte Ritual en Culturas Originarias ha sido presentada como una iniciativa para preservar y difundir las tradiciones indígenas de Oaxaca. Este espacio exhibirá máscaras de gran valor cultural, pero su localización en la Casa Oficial del Gobierno ha sido motivo de debate, ya que algunos consideran que podría haberse destinado a una sede más accesible para la población.
Por otro lado, la inversión en recintos emblemáticos como el Teatro Macedonio Alcalá y la Biblioteca Central ha sido bien recibida por algunos sectores culturales. Sin embargo, organizaciones civiles han expresado su preocupación por la transparencia en el manejo de los recursos y exigen mecanismos de supervisión que garanticen que el dinero público sea utilizado correctamente.
Reacciones de la ciudadanía
En redes sociales y foros públicos, la noticia ha desatado una ola de comentarios. Mientras algunos celebran la inversión en la infraestructura cultural del estado, otros critican que el proyecto esté bajo la dirección de un funcionario con antecedentes cuestionables.
“Es positivo que se invierta en la cultura, pero necesitamos garantías de que este dinero no terminará en manos equivocadas”, expresó Carolina Pérez, activista cultural.
Por su parte, miembros del sector artístico han señalado que la distribución del presupuesto parece desigual, priorizando algunos recintos sobre otros que también requieren atención urgente.
Exigen transparencia y rendición de cuentas
Ante el anuncio, organizaciones de la sociedad civil y actores políticos han solicitado al gobierno estatal que implemente auditorías periódicas para supervisar el uso de los recursos. Además, han pedido que se informe de manera detallada sobre los avances de cada intervención y los costos específicos de las obras realizadas.
En un estado como Oaxaca, donde la riqueza cultural es uno de los principales atractivos turísticos y fuentes de ingreso, la correcta administración de los recursos destinados a la cultura no solo es un compromiso con el patrimonio, sino una responsabilidad con la ciudadanía.
Conclusión
La asignación de 130 millones de pesos para remodelar museos y bibliotecas en Oaxaca representa una oportunidad para fortalecer el legado cultural del estado. No obstante, la polémica figura de Flavio Sosa y su historial generan dudas sobre la transparencia en el manejo de los recursos.
En los próximos meses, será fundamental que las autoridades estatales y la sociedad civil mantengan un monitoreo constante sobre este proyecto, para garantizar que el dinero público cumpla su propósito: preservar y enaltecer el patrimonio cultural de Oaxaca.