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La crisis dentro de las corporaciones de seguridad en Oaxaca ha alcanzado un punto crítico. Elementos de la Policía Estatal y de la Policía Auxiliar Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC) en Tuxtepec han decidido mantener su paro de labores, en protesta por salarios insuficientes, condiciones de trabajo precarias y la falta de derechos laborales.
A pesar de la gravedad de la situación, la secretaria de Gobierno, Karina Barón, insiste en que "no hay paro", desestimando las denuncias de los elementos policiacos que han alzado la voz contra el abandono institucional. Esta postura ha generado un fuerte rechazo por parte de los uniformados, quienes acusan al gobierno de negar la realidad y seguir un discurso que no concuerda con lo que ocurre en las calles.
Las exigencias de los policías en paro
Los elementos de seguridad han dejado claro que no buscan generar inestabilidad, sino que están luchando por derechos básicos que cualquier trabajador debería tener garantizados. Entre sus principales demandas destacan:
Gobierno en crisis: ¿Negación o incapacidad?
Mientras los policías exigen mejoras justas, el gobierno de Oaxaca parece optar por ignorar la problemática. En sus declaraciones públicas, la secretaria de Gobierno insiste en que hay diálogo con los elementos de seguridad, pero en los hechos, la inconformidad crece y cada vez más policías se suman al paro en distintas regiones del estado.
Además, los ciudadanos han manifestado su preocupación, ya que la ausencia de policías en servicio podría derivar en un aumento de la delincuencia y mayor inseguridad en varias zonas. Comerciantes, transportistas y vecinos de diversas comunidades han expresado su inquietud ante la falta de vigilancia en calles y carreteras.
¿Y la austeridad? Mientras tanto, funcionarios viajan con todo pagado
En medio de esta crisis, el malestar social se ha incrementado tras revelarse que Saymi Pineda Velasco, Secretaria de Turismo de Oaxaca, viajó a Colombia con más de 40 personas con todos los gastos cubiertos, presuntamente con recursos públicos.
Este tipo de acciones han sido duramente criticadas, pues mientras policías y trabajadores del estado exigen derechos básicos, los funcionarios disfrutan de viajes internacionales sin restricciones. La incongruencia del gobierno se hace evidente, y la llamada "austeridad republicana" parece aplicarse solo para quienes verdaderamente sostienen la estructura de seguridad en Oaxaca.
El descontento crece: ¿Hasta dónde llegará la crisis?
Este conflicto laboral en la Policía Estatal y la PABIC podría extenderse a otras corporaciones de seguridad, lo que llevaría a una parálisis aún mayor en el estado. Si el gobierno no toma medidas urgentes para atender las demandas de los policías, la estabilidad y la seguridad de Oaxaca estarán en riesgo.
¿Seguirá el gobierno negando la realidad? ¿O finalmente escuchará a quienes arriesgan su vida para proteger a Oaxaca?
Mantente informado con nosotros para más actualizaciones sobre este conflicto en desarrollo.
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