A pesar de la gravedad de la situación, la secretaria de Gobierno, Karina Barón, insiste en que "no hay paro", desestimando las denuncias de los elementos policiacos que han alzado la voz contra el abandono institucional. Esta postura ha generado un fuerte rechazo por parte de los uniformados, quienes acusan al gobierno de negar la realidad y seguir un discurso que no concuerda con lo que ocurre en las calles.